Ítem 6: Diario de un viaje
Crear una ruta literaria y un diario de viaje por el barrio de Bellas Artes fue una experiencia enriquecedora, tanto cultural como emocional. Caminar por sus calles es como recorrer un palimpsesto de historias: desde los ecos de la modernización porfiriana hasta la efervescencia del arte contemporáneo. El Palacio de Bellas Artes, con su arquitectura ecléctica, se alza como un puente entre épocas. A finales del siglo XIX, el barrio era un símbolo de progreso y afrancesamiento, lleno de elegancia y orden; Hoy es una encrucijada dinámica de culturas, expresiones urbanas y resistencia social. El diario nos permitió capturar impresiones como contrastes entre lo antiguo y lo nuevo. Las palabras de escritores como Manuel Gutiérrez Nájera resuenan de manera diferente junto a un mural de Diego Rivera o entre las voces de artistas urbanos. Ayer el barrio era exclusivo; Hoy es más democrático, aunque igual de caótico. Las diferencias están en el acceso, el ritmo y la apropiación del espacio. Sin embargo, en ambas épocas, el barrio de Bellas Artes siguió siendo el corazón de la ciudad y un escenario donde la literatura cobraba vida.
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